Con el propósito de generar mecanismos que promuevan la participación creativa en el ámbito de la formación ciudadana, así como la recuperación de contenidos y mensajes elaborados por la propia ciudadanía, que coadyuven a la producción de recursos educativos para la formación ciudadana,el Instituto Federal Electoral a través de la
Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica Convoca al Concurso Nacional de Guiones Creativos para la Formación Ciudadana
CONSULTAR BASES (CLIC)
El galardón: JTatik Samuel JCalan Lum.
«Todos aquellos que trabajan por los Derechos Humanos en México saben que tienen la mirada encima de los que ven amenazada su posición de poder»
Tras la entrega del reconocimiento la Sociedad Civil las Abejas, a través del presidente de la mesa directiva, destacaron: «Este reconocimiento es otro trabajo que se nos encomienda. Estamos en la construcción de un nuevo mundo, regresaremos a nuestro pueblo a seguir trabajando en él».
En el día de ayer, en su breve y modesta alocución JTatik Samuel dijo: «A pesar de su marginación, es en las comunidades originarias en dónde encontramos las esperanzas, los ejemplos de Vida, como el de la iglesia autóctona donde los valores evangelizadores se encarnan».
Bartolomé de las Casas lo trajo a la conciencia humana contra quienes colonizaron con explotación e injusticia a esos pueblos, unos pocos obispos después de él lo han vuelto a demostrar a lo largo de la historia de Chiapas – como bien lo relata Aubry en su «Historia a contrapelo»-.
Al terminar ayer 23 de enero los 3 días del Congreso Teológico Pastoral miles de personas en el auditorio repleto y a través de internet, celebraron con aplausos y hermosa música de marimba tradicional los 50 años que JTatik Samuel Ruíz ha consagrado a la diocésis de San Cristóbal de las Casas, como residente y desde lejos, en salud y a través de una vida intensa y plena.
Tal vez una o dos veces al año este Teatro de la Ciudad «Hermanos Domínguez» deja de ser un desperdiciado «elefante blanco» y se convoca a la población y a dignos visitantes a ser testigos de la cultura viva de Chiapas, de la construcción cotidiana de la Historia. En el verano de 2009, por ejemplo, en el Congreso de la Asociación Mexicana de estudios rurales (AMER), Jan de Vos dió una lección de humildad y creatividad a muchas académicas «vacas sagradas», al convertir una «conferencia magistral» en un maravilloso concierto de canciones tradicionales campesinas de todo el mundo – otra lección de historia para reflexionar-, acompañado de integrantes de la banda Sak tze vul.
La obra Otras Geografías. Experiencias de autonomías en México, reúne ancestrales y renovados procesos de autonomías entre los mayas zapatistas de Chiapas; inéditas formas de organizar la seguridad pública y de impartir justicia en el contexto multiétnico que es la Montaña de Guerrero; justicia entre los triquis de Oaxaca luego de largas décadas de represión estatal—caciquil y de violencia fratricida; el control del territorio y el auto-gobierno del pueblo yaqui, símbolo de resistencia histórica; formas de comunicación para ejercer el derecho a preservar y desarrollar la cultura y la identidad, recuperar la voz en Suljaa’, Guerrero y San Juan Copala, Oaxaca. Lo que constata la vigencia y desarrollo de los procesos autonómicos entre los diversos pueblos indígenas en sus múltiples formas, dependiendo de contextos
regionales específicos.
Alicia Castellanos Guerrero
Este libro, Otras Geografías. Experiencias de autonomías indígenas en México, de
Giovanna Gasparello y Jaime Quintana Guerrero, es un valioso encuentro y recuento
con aspectos viejos y novísimos de realidades que están en proceso de cambio y de
afirmación en varias regiones de México y en varios pueblos indígenas de Guerrero,
Oaxaca y Sonora. Se trata de proyectos, programas y procesos variados de
Seguridad y Justicia Comunitaria, Comunicación Comunitaria y diversos retos de
organización y administración del ejercicio autónomo.
Es una obra que ilustra múltiples aspectos. Por ejemplo, que la realidad de los procesos autónomos va más allá de los moldes teóricos o jurídicos con que se les ha querido frenar en las reformas constitucionales recientes. También, que esa fuerza de procesos sociales reales, no teóricos, van allá de las zonas de Chiapas, donde se asientan las Juntas de Buen Gobierno. Igualmente, que estudiar, analizar o comprender estos procesos no puede separarse del compromiso con esos pueblos….
Carlos Montemayor
Recibimos cordialmente el importante comunicado del 22 de enero de la Sociedad Civil Abejas con su ejemplo de resistencia legítima y verdadera. Agradecemos la continuidad de este ejemplo y la oportunidad con que participan en plena congruencia ética, activa, propositiva y de digna denuncia ante la impunidad por crímenes de Estado como el de las masacres de 1968, de Aguas Blancas, de 1997 en Acteal mismo, y la represión en Atenco-Edo. de México, Guerrero y Oaxaca, actos de los que se hace complice la Corte de Justicia nacional. La digna solidaridad de Abejas hacia Haití es auténtica, crítica, y nos ayuda a cuestionar las causas de estos desastres que dejan de ser «naturales» cuando se considera la deuda histórica del neocolonialismo que oprime a NuestrAmerica y el Caribe. Celebramos tambien los 50 años de labor constante de jtatik Samuel Ruiz, fundador de tantos caminos que nos traen hasta estos días de encuentros, de movimientos sociales, de comunicación a la que nos sentimos convocados por tan buenos ejemplos, refugios de la esperanza, espacios para sustentar resistencia, la verdad, la justicia, la paz.
Gracias!!
Meses después de la liberación por parte de la Suprema Corte de Justicia de la nación de 29 paramilitares responsables de la masacre de Acteal, la Sociedad Civil las Abejas denuncia las detonaciones de armas de gran calibre en las cercanías de esta comunidad de los Altos de Chiapas.
Los de arriba discuten temas sobre la aplicación de justicia en casos como el de Acteal, aquí los paramilitares de Chenalho siguen causando miedo a la gente realizando disparos de armas, en donde hace apenas de haber nacido este año, ahí por la zona de la comunidad C’anolal se escucharon disparos de armas grandes.
(Eduardo Galeano)
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco..
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.
¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto.. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más!
¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.
¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de… años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De ‘por ahí’ vengo yo. Y no es que haya sido mejor.. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el ‘guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo’, pasarse al ‘compre y bote que ya se viene el modelo nuevo’.Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no, eres un arruinado. Así el coche que tenés esté en buen estado . Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!! Pero por Dios.
Mi cabeza no resiste tanto.
Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para pone r en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía ‘éste es un 4 de bastos’.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden ‘matarlos’ apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: ‘Cómase el helado y después tire la copita’, nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvi
eron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo,pegatina en el cabello y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la ‘bruja’ como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la ‘bruja’ me gane de mano y sea yo el entregado.
Eduardo Galeano, periodista y escritor uruguayo
«15 trillones de dólares evaporados,
en cuestión de pocos días, de las manos de inmensas corporaciones, grandes bancos e industrias»
«…consumismo compulsivo, que asocia el producto a un concepto de felicidad»
«El desafío urgente del tiempo presente es el rescatar las utopías olvidadas, reescribir nuestro sueño común»
Presentación para descargar con información y fotografías
«El opuesto del amor no es el odio…
es la indiferencia.»
«15 trillones de dólares evaporados,
en cuestión de pocos días, de las manos de inmensas corporaciones, grandes bancos e industrias»
«…consumismo compulsivo, que asocia el producto a un concepto de felicidad»
«El desafío urgente del tiempo presente es el rescatar las utopías olvidadas, reescribir nuestro sueño común»
Presentación para descargar con información y fotografías
«El opuesto del amor no es el odio…
es la indiferencia.»
en cuestión de pocos días, de las manos de inmensas corporaciones, grandes bancos e industrias»
Mientras la mayoría de las organizaciones, empresas y gobiernos (especialmente en Chiapas) siguen cacareando y tratando de aprovechar sus falacias del desarrollo sostenible y tras el evidente fraude de Copenhague se confirma la verdad predicha por el autor de la Teoría de Gaia: nuestro planeta es un ser vivo en sí mismo del cuál formamos parte todas las expecies de seres vivos existentes y los elementos de sus ecosistemas naturales (aire, agua, minerales, energías).
James Lovelock, autor de dicha teoría, escribió en 2006: «Ha llegado el tiempo en que todos nosotros debemos planear retirarnos a un refugio alejado del lugar de insostenibilidad al que hemos llegado por el uso inapropiado de la tecnología; será mucho mejor retirarnos ahora cuando tenemos todavía la energía y el tiempo. Necesitamos que los pueblos de nuestro mundo se den cuenta y sientan el peligro real y presente para que espontáneamente se movilizen y sin dudar realizemos una retirada ordenada y sustentable a un mundo donde trataremos de vivir en armonía con la naturaleza, con Gaia.» (The revenge of Gaia, 2007, Penguin pub.).
Para la Conferencia-taller del Centro Latinoamericano de Filosofia con Niños y adolescentes (CELAFIN) del 3 al 11 de enero de 2010, se adaptó una presentación de diapositivas originada en los discursos del teólogo de la liberación Leonardo Boff, particulármente ante participantes del Foro Social Mundial de 2009. Por favor compartamos mirada y corazón en estas imágenes y texto para escoger el camino que cada quién desee seguir: el de las falsas soluciones que sólo benefician a los negociantes de la explotación y la globalización para dar sostenibilidad a su lucro, o el de los pueblos originarios que han sustentado por siglos la resistencia, la diversidad. Los refugios.
Comentarios recientes