28 años en el corredor de la muerte, sin poder encontrar las razones para su ejecución y sin querer ver la certeza de su inocencia.
Los que quieren su muerte vuelven a la carga.
«Mumia Abu-Jamal se convirtió en un periodista y escritor destacado en Philadelphia antes de ser detenido. Siempre se ha centrado en los derechos humanos y ha criticado a las autoridades que abusan de su poder, lo que incomodaba a algunas personas. Pero él no calló. Pasó a ser conocido en la prensa como “la voz de los sin voz” por hablar a favor de los pobres y las personas de las que abusan el Estado, el Gobierno y las autoridades. Mumia asistió a una marcha de George Wallace, un gobernador de Alabama cuyo éxito político se basaba en el racismo y la segregación y que se hizo conocido tras bloquear la entrada de la Universidad de Alabama para impedir que unos jóvenes negros se inscribieran. El racismo y la brutalidad eran terribles, pero Mumia asistió a aquella marcha de todos modos y fue pateado allí. Más tarde diría que aquello determinó su entrada en las Panteras Negras, que entró “a patadas”. Desde el momento en que fue arrestado, la idea ha sido pararle y ejecutarle. Pensaron que le callarían enviándole al corredor de la muerte, que dejaría de escribir. De manera irónica, ha tenido el efecto contrario y es más conocido hoy que antes de ser arrestado. Parece que la única manera de callarle es ejecutándole. He trabajado en más de 200 casos de pena de muerte y nunca he visto un caso en el que se haya gastado tanta energía para matar a alguien. Incluso el gobernador actual de Pensilvania ha declarado que le gustaría ver a Mumia ejecutado antes de dejar su cargo. Alguien me preguntó una vez si no sería más fácil si Mumia dejara de escribir. Sus comentarios aparecen semanalmente en varios periódicos y programas de radio. Habla, no sobre sí mismo, sino sobre derechos humanos, pobreza, guerra, derechos de las mujeres, educación… Pero parte de lo que le hace especial es que alza la voz en contra de las injusticias. Si se silencia su voz, si se silencia su pluma, se destruirá lo que le hace ser especial. No quiere morir, quiere vivir. No desea ser ejecutado. Pero no callará como periodista; no callará para salvar su propia vida. Desde el corredor de la muerte ha escrito seis libros que han sido publicados en diferentes idiomas y ha estudiado un Máster de la California State University.»
ROBERT BRYAN, PRINCIPAL ABOGADO ENCARGADO DE LA DEFENSA DE MUMIA ABU JAMAL