El día 25 de noviembre de cada año se conmemora el Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia contra la Mujer, declarado por la Asamblea General de
las Naciones Unidas desde hace 16 años. Se vio la urgente necesidad de erradicar
la violencia contra las mujeres que se manifiesta de muchas formas: física, sexual,
psicológica, económica, y no se confina a una región o país específico, ni a una
raza, cultura, religión o lengua.
Es así como en el marco de este día, el Movimiento en Defensa de la Vida y el
Territorio (MODEVITE) convocó a los pueblos tseltales, ch’oles y mestizos de los
municipios chiapanecos de Altamirano, Candelaria, Cancuc, Chilón, Huixtán,
Ocosingo, Oxchuc, Salto de Agua, Tenejapa, Tumbalá y Yajalón, en donde tiene
presencia, a manifestarse en contra, no sólo de la violencia hacia las mujeres, sino
que además mostraron algunas otras demandas.
Con pancartas y consignas más de 30 mil personas salieron a las calles para exigir
a los gobiernos municipales, estatal y federal que sean atendidas sus demandas:
no a la súper carretera Palenque- San Cristóbal, no a proyectos ecoturísticos, no a
las presas hidroeléctricas, no a la extracción de petróleo y minerales, no a la
privatización del agua y de la luz, no a las reformas estructurales, no a las bebidas
embriagantes, no a la siembra y venta de drogas; queremos hospitales,
universidades, respeto a las mujeres, cierre de cantinas, exigimos la defensa y
cuidado de la Madre Tierra. La nominación “Madre Tierra” por parte de los pueblos
indígenas se debe a que ellos miran al territorio como sujeto, a diferencia de la
cosificación que la visión occidental ha hecho del mismo.
De igual manera demandaron justicia para los 43 estudiantes desaparecidos de la
Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero; justicia para las más de cien mil víctimas
del crimen organizado y justicia para los hermanos de Acteal, quienes, a casi 20
años de la masacre, siguen sin obtenerla.
Es importante señalar que el MODEVITE no se entiende sin el sustento creyente y
peregrino de sus integrantes, que entienden su fe no sólo para anunciar “buenas
nuevas” sino para denunciar todo lo que atenta contra todos los que habitan en la
casa común. El Papa Francisco, cuya voz ya no sólo resuena en la Iglesia católica
sino en todo el mundo, fue uno de los más citados dentro del comunicado final
que se leyó en cada una de las peregrinaciones: “Necesitamos y queremos seguir
analizando los signos de los tiempos, cuidar y defender a la madre tierra,
denunciar las estructuras de injusticia y de pecado que matan a nuestro pueblo”.
Comunicado
«El futuro de la humanidad no está únicamente en las manos de los grandes dirigentes. Está fundamentalmente en manos de los Pueblos; en su capacidad de organizar y también en sus manos que riegan con humildad y convicción este proceso de cambio… digamos juntos desde el corazón: ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ningún pueblo sin soberanía, ninguna persona sin dignidad».
Papa Francisco
A la opinión pública,
A los gobiernos Federal, Estatal y Municipal,
A las organizaciones de derechos humanos no gubernamentales nacionales e internacionales,
A los Obispos de México,
A los Medios de Información,
A las diferentes creencias religiosas,
A los hermanos y hermanas del Pueblo Creyente,
A los hombres y mujeres que defienden la paz:
¡ALTO A LOS MEGAPROYECTOS Y A LAS DISTINTAS FORMAS DE VIOLENCIA Y CORRUPCIÓN QUE LASTIMAN A NUESTROS PUEBLOS!
¡QUEREMOS PAZ, JUSTICIA Y LIBERTAD!
Como Movimiento en Defensa de la Vida y del Territorio, que forma parte de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, estamos peregrinando de manera pacífica pidiendo se respete nuestro derecho constitucional a manifestarnos; queremos animar el corazón de nuestros pueblos para buscar mejores caminos hacia un buen vivir y que sean escuchadas y atendidas nuestras inconformidades por las autoridades Municipales, Estatales y Federales.
Hoy, 25 de noviembre, “Día Internacional Contra la Violencia y Explotación hacia las mujeres”, como pueblos mayas y mestizos hemos llegado a las cabeceras municipales de Tumbalá, San Cristóbal de las Casas, Yajalón, Huixtán, Cancúc, Tenejapa, Oxchúc, Ocosingo, Altamirano, Salto de Agua y pueblos de Bachajón-Chilón para unir nuestra voz y así hacer más visible la situación de nuestros pueblos.
En este día, queremos unirnos con nuestras madres, hijas y hermanas que han sido golpeadas física y psicológicamente, excluidas, explotadas, maltratadas, violadas, discriminadas; y queremos comprometernos a respetarlas y defenderlas de aquellas instituciones o personas que pretendan violar sus derechos; empezando al interior de nuestros hogares.
En esta peregrinación, nuestra principal demanda es el cuidado de la Madre Tierra, que no es sólo un lugar para vivir, también es parte de nosotros, de ella venimos y a ella nos debemos. Y ésta, nuestra madre, está siendo saqueada, devastada, ultrajada impunemente por los intereses económicos expresados en megaproyectos que amenazan con destruirla. A continuación mencionamos algunos planes y proyectos que lastiman a nuestra madre tierra:
Represa Hidroeléctrica en Chakté en el municipio de San Juan Cancuc.
Represa Jatzá sobre el río Jataté, que atraviesa los municipios de Ocosingo y Altamirano. Este megaproyecto inundará 2,900 hectáreas de selvas y tierras ejidales, afectará la cañada de Las Tazas, desaparecerán comunidades como La Sultana, Rómulo Calzada y afectará a otras más.
Represa Central Nancé sobre el río Tzaconejá en el municipio de Altamirano
Presa «Salto de Agua» sobre el río Tulijá que inundará 396 km2 de selvas y tierras.
Presa en Bajatzén sobre el río Shamulhá dentro de los municipios de Yajalón, Tila y Tumbalá. Esta presa de llevarse a cabo inundará 10 mil hectáreas de tierras.
Los proyectos ecoturísticos en las comunidades de Ulubil, Pocolna’, dentro del municipio de San Juan Cancuc.
Los proyectos ecoturísticos en el ejido Candelaria, del municipio de San Cristóbal de las Casas.
Proyecto ecoturístico en Laguna Ocotal dentro del municipio de Ocosingo.
Mina en el municipio de Tenejapa.
Mina en la comunidad de Emiliano Zapata en Yajalón, en el cerro de Ah Cabalnaj.
Mina en la comunidad de Ocotal en el municipio Yajalón.
Mina dentro de los ejidos Carranza y Macedonia dentro del municipio de Ocosingo.
Mina en el Ejido de Guquitepec dentro del municipio de Chilón.
Construcción de la súper carretera San Cristóbal-Palenque que afectará a diversas comunidades de los municipios de Candelaria, Chilón, Yajalón, Salto de Agua, Tenejapa, Cancuc, Oxchuc y Ocosingo. Este megaproyecto también afectará por sus ramales a pequeñas comunidades del ejido Sibacá, Patria Nueva y la comunidad Lucum Mil ha, entre otras.
Pozos petroleros en el municipio de Tenejapa.
Pozo petrolero en Xaquilá dentro del municipio de Chilón.
Pozos petroleros en Ocosingo, en la zona Jardín y otro en la zona San Miguel.
Pozo petrolero en la colindancia de Chilón y Ocosingo, en terrenos del ejido del Carmen.
Estos proyectos y otros, afectan a nuestras comunidades, son obras que van o están destruyendo a la madre naturaleza y enriquecerá a las grandes compañías pero no benefician a la gran mayoría del pueblo pobre. Las Reformas Estructurales, que amparan a los megaproyectos, son sólo una estrategia para enriquecer a los que más tienen y empobrecer a los pueblos originarios de estas tierras. Es una burla decir que estas obras servirán para mejorar nuestra vida. ¿Qué vida vamos a mejorar si no tenemos tierra? El Gobierno no nos pregunta si estamos de acuerdo en que se construyan estas obras y esto es una violación a nuestros derechos como pueblos indígenas. Tal como lo marca la Organización Internacional del Trabajo, en el convenio número 169, tenemos derecho a ser consultados y a participar en las decisiones acerca de políticas y programas que nos afecten, tenemos derecho a determinar nuestro propio modo de desarrollo y tenemos derecho a que se respete nuestra integridad, nuestra cultura y nuestra tierra. Por tanto, nos unimos a la voz del Papa Francisco diciendo «No a una economía de exclusión e inequidad donde el dinero reina en lugar de servir. Esa economía mata. Esa economía excluye. Esa economía destruye la Madre Tierra» (Papa Francisco, Bolivia, 09 de julio de 2015).
Exigimos a las autoridades municipales y estatales, ALTO A LA CORRUPCIÓN. Que no se hagan de oídos sordos y de ojos ciegos, al seguir permitiendo, a pesar de los cientos de firmas y manifestaciones en contra, el aumento de permisos de venta de bebidas alcohólicas y de expendios clandestinos; la prostitución en los bares o similares; lo mismo que la siembra y la venta de droga. Hemos vivido en carne propia, en nuestras casas, que el trago y la droga son causa de violencia familiar, de asesinatos, suicidios y hace que nuestra gente esté cada vez más pobre.
Peregrinamos también en solidaridad con las más de cien mil víctimas del crimen organizado y en especial con las familias de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero; y con las víctimas de Acteal a quienes, a casi 20 años de la masacre, el gobierno no ha hecho justicia.
El Papa Francisco, en la encíclica Laudato Si’, expresa que la política reacciona con lentitud, lejos de estar a la altura de los desafíos colectivos y que ella misma es responsable de su propio descrédito, por la corrupción y por la falta de buenas políticas públicas. Esto lo confirmamos en las recientes elecciones donde los partidos políticos sólo dejaron corrupción y división, dañaron la armonía comunitaria en lugar de buscar el buen vivir en nuestros pueblos. Por tanto, es indiscutible buscar nuevas formas de organización. Necesitamos unirnos en caminos de paz y de justicia.
Necesitamos y queremos seguir analizando los signos de los tiempos, cuidar y defender a la Madre Tierra, denunciar las estructuras de injusticia y de pecado que “matan a nuestro pueblo” (Papa Francisco) así como construir modelos alternativos de economía y organización social que vayan conformando otro mundo posible y necesario (Congreso de la Madre Tierra, enero, 2014).
Que el Corazón del cielo y Corazón de la tierra, dueño y creador del hombre, la mujer y la naturaleza, nos ilumine y fortalezca en todas nuestras acciones a favor de la vida buena, porque como bien nos recuerda Monseñor Óscar Romero, «toda persona que lucha por la justicia, en un ambiente injusto, está trabajando por el Reino de Dios«.
Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, a los 25 días del mes de noviembre del año 2015.