César nació de la unión de los señores Azucena González García y Rolando Estudillo, la época de los 80 lo vio retoñar como un hijo querido, amado sobre todo por su madre. César cursó la Primaria en el año de 1992, la pubertad, la comenzó en el año 2001 cuando se volvió un niño de secundaria, la preparatoria, asustado de migrar a otro lugar, la vio llegar en el año 2004.
“Todavía sigo estudiando la licenciatura, he estudiado Literatura hasta 4° semestre y tome cursos de música” argumentó.
Complacencia por la música
El gusto por la música, nació de la influencia de su madre: “tenía la edad de 4 años cuando empecé a bailar” comentó.
Con el paso del tiempo, y de los años, éste simpático joven fue construyendo un repertorio de artistas de su agrado, siempre admirando las delicias del Rock, el género predilecto y conservando ese matiz de originalidad que caracteriza a cualquier individuo que sabe de música.
“En cuestión de Rock/pop me gusta The Who, es mi grupo favorito, en cuanto a Rock pesado Led Zeppelin, Judas Priest, etc.”.
Con letras más cultas que coloquiales, sabedores de un lenguaje literario extenso, las letras de Catupecu Machu, Caballeros de la Quema, Cuentos Borgeanos y otros grupos de Rock de origen latinoamericano, motivaron a nuestro personaje a componer, a deleitarse con las letras abstractas que cubren una hermosa poesía.
“Me influyen a hacer cosas en cuanto a cuestión literaria y en la creación de música cuando compongo canciones, mi estilo es propio, como me vista o como me vea es como soy”.
Como todo músico necesita de una acompañante para navegar en un mundo de ideas y pensamientos abstractos cubiertos de sonidos para hacer música, Chester se encaminó por tocar el bajo a la edad de 11 años, cuando cursaba sexto de primaria; poco a poco se fue inclinando por tomarle cariño a la guitarra, cuya composición es más difícil que un bajo.
La música más que un medio de expresión es una forma de ser, una forma de sentir al mundo de manera vaga e imaginativa, mezclada a través de los sonidos de una guitarra, un bajo, un piano o una batería o cualquiera de los tantos instrumentos musicales que existen hoy en día.
“Nada me orilló a tocar un instrumento, sentí que a través de este medio estaba siendo quien quería ser realmente. Es en esas cosas en las que tu sabes que puedes dejar huella”.
Conforme vamos creciendo, vamos desarrollando un grado de percepción más alto, por lo tanto, los sentidos se van desarrollando paulatinamente, algunos se desarrollan mas en ciertos individuos que en otros, para el gusto por la música, las personas tienen un oído impresionante al saber detectar acordes, notas, melodías, ritmos, etc., lo que va produciendo un deleite más completo en cuanto al significado de los sonidos musicales.
“Lo que más me gusta de la música es saber que estas expresando algo en diferentes formas y con sonidos que al final son sonidos naturales. El sonido me encanta”, dijo César Estudillo.
Lupita26 mayo, 2010 at 12:06 am Responder
una cosita…. es Estudillo no el trabalengüas que le pusieron… xfaa corrijanlooo… saludinessss