Por Xochitl Leyva Solano. A 22 de diciembre de 2010.
Fotos: Nomadica
Acteal, Chenalhó, Chiapas.- Mientras que las diferentes actividades parte de la 13va Conmemoración luctuosa de la Masacre de Acteal daban inicio, mientras aterrizaban en Chiapas los y las participantes en las caravanas solidarias con los municipios autónomos zapatistas, en otras partes del mundo los estudiantes ingleses tomaban las calles de Londres manifestándose en contra de las reformas educativas, los y las italianas/os de Roma clamaban a voz en cuello ¡Ya Basta a la telecracia de Berlusconi!, los y las trabajadoras/es de Madrid y Bangladesh en las calles exigían salarios justos mientras que los y las griegas marchaban contra las privatizaciones neoliberales. Al tiempo activistas y miembros de organizaciones campesinas e indígenas regresaban a sus lugares de origen después de haber participado en los foros alternativos celebrados en Cancún (México) de cara a la COP 16. Uno podría preguntarse ¿pero qué tienen en común todas estas manifestaciones, encuentros, foros, si se dan en lugares tan distantes, diversos y aparentemente ajenos unos a otros? Pues sin duda, que los y las participantes en ellos exigen cada uno a su modo, una vida digna y justa para los que no la tienen.
En México, en diferentes comunidades indígenas, los y las participantes de La Otra Campaña construyen, en el día a día, La Otra Justicia, y, como parte de esas redes, la Organización Sociedad Civil Las Abejas a más de construirla, exige en este 13 Aniversario de la Masacre de Acteal, justicia por el crimen de Estado cometido en 1997 en contra de maya-tsotsiles: 19 mujeres, 14 niñas, 4 niños, 8 hombres y 4 no nacidos. Como explicaron las autoridades de la Organización Sociedad Civil Las Abejas, las actividades de la 13va conmemoración tienen como fin tanto recordarnos que “ellos/as están vivos/as y seguirán resistiendo” como abonar a mantener viva la memoria de los Mártires de Acteal. Todo ello frente a una coyuntura en la que las nuevas formas de violencia nos hacen olvidar los crímenes pasados.
Las Abejas (como popularmente llamamos a dicha organización), usando toda su creatividad, lanzaron, una vez más, su reclamo de “paz con justicia y dignidad”; reclamo dirigido ex profeso al Estado mexicano con copia a la sociedad civil y a las mismísimas cortes internacionales. Así Las Abejas dijeron ¡No a la impunidad¡ ¡No a la liberación de paramilitares¡ y para sustentar sus argumentos mostraron un video producido por ellos mismos en el que se recoge los testimonios de los sobrevivientes de las víctimas de la Masacre (video intitulado: “Acteal, 10 años de impunidad y cuántos más?”). Y este 20, 21 y 22 de diciembre, Las Abejas, en el mismo lugar donde se perpetró la Masacre, echaron mano de su arte (su coro, sus grupos musicales y teatrales), de sus comunicadores comunitarios, de sus tejedoras, de sus médicos tradicionales, de sus propios educadores y universitarios con raíz, para tejer resistencias con los solidarios nacionales e internacionales, con los defensores de derechos humanos, con los miembros de la Red de Artistas, Comunicadores Comunitarios y Antropólog@s de Chiapas, con los universitarios comprometidos, con miembros de colectivos de medios libres, con el luchador social Ignacio del Valle y los compañeros de Atenco, con los miembros de la Resistencia en la Zona Norte así como con jóvenes de una organización de Palenque y religiosos/as comprometidos con las luchas de los pueblos. Ante ello podemos decir sin equivocarnos, que Las Abejas, como los zapatistas, no están solos.
El día 21 de diciembre en Acteal, a la entrada tronante de los machetes de los compañeros de Atenco, tres fueron los gritos: ¡Acteal vive, la lucha sigue! ¡Atenco vive, la lucha sigue! ¡EZLN, vivan las comunidades autónomas zapatistas¡ y 13 el número de la conmemoración luctuosa de la Masacre. 13 en la cosmovisión maya, recalcan Las Abejas en su convocatoria, significa “la unión del cielo con la tierra” y quizás que por ello las fuerzas cósmicas nos regalaron esa madrugada del 21 de diciembre, una muestra de esa unión en el eclipse de luna que llevó a las autoridades a replicar una y otra vez las campanas de la iglesia.
“Tejer la unidad entre los diferentes pueblos y luchas”, “tejernos desde nuestra raíz que no han podido cortar”, fueron palabras que se escucharon en la plenaria de las mesas de trabajo del taller realizado en Acteal el día 21 de diciembre. ¡Autonomía y Resistencia! fueron las claves en las que se habló y construyó. Y no resulta casual que en la declaratoria política resultado del taller, se enfatizara con mucha indignación y coraje las formas actuales en que la contrainsurgencia está operando: comprando líderes; a través de programas gubernamentales que en verdad buscar el control social de la gente y su división; a través de la intimidación y represión selectiva. Ante ello Las Abejas y los/las asistentes comprometiéronse a continuar “tejiendo estrategias para lograr entre todos la verdadera justicia”.