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Cuarto Informe de las Brigadas de Observación: Nueva Comunidad Comandante Abel

 

¿De qué tenemos que pedir perdón? ¿De qué nos van a perdonar? ¿De no
morirnos de hambre? ¿De no callarnos en nuestra miseria? ¿De no haber
aceptado humildemente la gigantesca carga histórica de desprecio y abandono?

Subcomandante Insurgente Marcos
18 de enero de 1994

El Espacio de Lucha contra el Olvido y la Represión (ELCOR), unidad organizativa que se coordina en el espacio de la Red contra la Represión y por la Solidaridad en Chiapas, presenta el cuarto informe de las brigadas de observación enviadas a lo que hasta ahora se conocían como Comunidad Autónoma Rebelde San Patricio, perteneciente al Municipio Autónomo La Dignidad, Caracol Roberto Barrios.

Ante los hechos ocurridos en los últimos meses nos vemos en la necesidad de informar y compartir la serie de cambios que han sucedido en la comunidad como resultado de un proceso de dignificación de lucha por parte de las familias bases de apoyo de dicho poblado.

Un poco de historia para entender el presente de una Nueva Comunidad.

Compañeros y compañeras, como bien sabemos con la irrupción del Ejercito Zapatistas de Liberación Nacional (EZLN) en 1994 y la declaración de guerra al ejército mexicano, aparato fundamental para mantener el estado capitalista, el gobierno respondió enviando miles de soldados al sureño estado de Chiapas. La movilización de la sociedad civil nacional e internacional hizo posible que la guerra se “detuviera”. Sin embargo, el gobierno mexicano continuó la guerra por otros medios, como parte de la estrategia de contrainsurgencia para desplegar una Guerra de Desgaste Prolongada. Para ello se diseñó el “Plan de Campaña Chiapas 94”. La fase de la campaña ofensiva según el documento ordena lo siguiente:

a) desplazamiento forzado de la población bajo la influencia zapatista hacia albergues o zonas de refugio oficiales; b) neutralización de la organización y actividades de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas; c) captura y consignación de mexicanos identificados con el E.Z.L.N.; d) captura y expulsión de extranjeros perniciosos; (…) g) muerte o control de ganado equino y vacuno; h) destrucción de siembras y cosechas; i) empleo de la autodefensa civil…Romper la relación de apoyo que existe entre la población y los trasgresores de la ley”.

Fue así que las estrategias de Contrainsurgencia en Chiapas se fueron desplegando en la región Ch’ol (Zona Selva Norte) en donde se desarrolló la organización paramilitar Desarrollo, Paz y Justicia, en los municipios de Tila, Tumbalá, Sabanilla, Salto de Agua, Palenque y Yajalón. Organización formada, financiada, entrenada y protegida por las estructuras del gobierno mexicano, tanto civiles, como militares y policiales. Los paramilitares de Desarrollo, Paz y Justicia NUNCA fueron desarmados, las armas que el propio Estado les financió siguen amenazando la integridad física y psicológica de las bases de apoyo zapatistas después de 18 años.

En los tiempos que transcurren entre 1995-1997, los paramilitares desplazaron a miles de personas, controlaban carreteras, secuestraban, torturaban, violaban, desaparecían y asesinaban a las personas. También les quemaban sus casas, robaban sus cosechas, sus animales de corral y sus pertenencias. En la actualidad con el regreso del Partido de la Revolución Institucional a la presidencia de la república y Manuel Velasco Coello del Partido Verde Ecologista (la otra cara del PRI) a la gobernatura del estado, las condiciones parecen favorecer al grupo paramilitar.

A dieciocho años de distancia en el tiempo del 1994 más no en el espacio, éste esquema de contrainsurgencia es vigente en el Territorio Autónomo Rebelde Zapatista. Basta con mirar las acciones realizadas contra comunidades autónomas: Nuevo Paraíso en el Caracol de la Garrucha; San Marcos Avilés en el Caracol de Ovetic; Bolom Ajaw en el caracol de Morelia; San Patricio en el caracol de Roberto Barrios. En dichos espacios territoriales “El Plan de Campaña Chiapas 94” sigue recurrentemente operando en los tres últimos puntos: “muerte o control de ganado equino y vacuno; destrucción de siembras y cosechas y; empleo de la autodefensa civil (paramilitares)…” 

Una breve historia de la Comunidad Autónoma de San Patricio.

En este contexto de la región ch’ol se localizó la que se denominó desde 1995 “Comunidad Autónoma Rebelde de San Patricio”, construida en tierra recuperada en 1994. Durante años las familias zapatistas fueron hostigadas por el grupo paramilitar Desarrollo, Paz y Justicia, creando desconfianza y divisiones. Sin embargo, ante la resistencia de las familias zapatista por construir un modo de vida digno y autónomo, que implicaba la lucha fuera de la esfera electoral. El Estado, consiente de seguir creando grupos de choque, ajenos a dicha perspectiva de vida, comenzó a reactivar la vieja dinámica partidista del PRI “divide y vencerás” (algunas veces con políticas miserables de asistencialismo, otras tantas vendiendo mentiras por unas cuantas monedas), por tanto; el grupo paramilitar siguió operando de forma externa y las familias no zapatistas de manera internan desde la arena del PRI. Con el objetivo de entorpecer y dificultar el proceso autonómico.

Los primeros días del mes de mayo del 2012 los compañeros y compañeras de la comunidad de San Patricio tomaron la digna decisión de reubicar la comunidad a otro espacio que también es “tierra recuperada” con el apoyo de más de 200 bases zapatistas de otras regiones. El predio La Lámpara fue la opción (lugar que previamente había sido invadido durante mes y medio por los paramilitares de Desarrollo, Paz y Justicia, también conocidos con las siglas de UCIAF), creando así la “Nueva Comunidad Comandante Abel”.

Nueva Comunidad Comandante Abel

El tres de Mayo, cansados y convencidos de ser los únicos y las únicas que defendían no sólo la tierra recuperada que guarda a sus muertos, sino la esperanza de una vida digna para sus hijos, deciden dejar lo construido para crear una Nueva Comunidad que resignifica la voluntad, disciplina, amor y convicción del compañero finado Comandante Abel, encargado de defender con cuerpo y alma la Región Tseltal y Ch´ol de la Zona Norte. Así nace lo que es hoy la “Nueva Comunidad Comandante Abel”.

Los reportes de todos los compañeros y compañeras que han participado en las brigadas de observación nos han permitido tejer humildemente este breve relato, para dar cuenta no sólo de la persistencia de los hostigamientos que se han reportado tanto en el primer, segundo y tercer informe, sino de la resistencia y digna lucha de mujeres, hombres, ancianos/as, niños y niñas bases de apoyo zapatistas.

Hechos relevantes documentados por las Brigadas para entender la actual situación:

Las últimas brigadas (14, 15, 16, 17, 18) han informado la recurrente dinámica de amenazas y hostigamientos, sobre todo de disparos al aire y las amenazas directas de desplazamiento forzado: “Escuchamos varios disparos en la noche de una pistola de 38 calibre; a las 10:30 pm: 2 disparos; a las 12:30 am: 1 disparo; a las 01:30 am: 3 disparos”. Creemos que éstos se realizan en horas de la madrugada para sembrar el miedo en los habitantes de la comunidad. Las amenazas se manifiestan en frases como “Aquí estamos, vamos a ir por ustedes como pasó en 1995-1997”.

En el mes de Mayo, fecha en que las familias zapatistas deciden trasladarse y fundar la Nueva Comunidad Comandante Abel, la brigada reportan disparos tanto el día 16 y 28. Nuevamente en ésta última fecha se instalan las amenazas de invasión por parte de los priistas y paramilitares.

Desde Mayo, Junio y Julio, considerando las implicaciones materiales y emocionales propias del “desplazamiento forzado” de las familias zapatistas la comunidad está resistiendo y paralelamente construyendo, considerando que a raíz de la invasión que sufrió la comunidad en Septiembre del 2011 perdieron sus cosechas de maiz, de frijol, arboles frutales entre otras cosas. Sin embargo ante el despojo de los bienes producidos colectivamente los zapatistas deciden vivir tranquilos y valoran que existe mayor seguridad y confianza; de este modo construye poco a poco sus casas, siembra poco a poco la milpa y también la esperanza; los trabajos colectivos y las cooperativas continúan, la escuela y salud autónoma sigue en pie.

El Espacio de Lucha contra el Olvido y la Represión hace un llamado a la memoria de los años álgidos de la contrainsurgencia en Chiapas. A los adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, a los participantes en la Otra campaña estatal, nacional e internacional, a las personas de buen corazón, pedimos estar atentos y organizados ante estos nuevos vientos del priísmo rancio y represivo, ante lo que pueda suceder a nuestros compañeros Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional de la Nueva Comunidad Comandante Abel.

Por tanto, ante los acontecimientos y la situación presentes pedimos el apoyo a participar en dos propuestas concretas:

1) Un acopio a nivel nacional e internacional, el cuál inicia a partir de la convocatoria que saldrá en brevedad.

2) La participación en las brigadas de observación a esta nueva y digna comunidad en rebeldía Comandante Abel.

 ¡Contra el Olvido la Memoria!

¡Contra la Represión la Solidaridad!

Espacio de Lucha Contra el Olvido y la Represión
(ELCOR)

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