Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.
A 22 de mayo 2017.
Al Congreso Nacional Indígena
A las Juntas de Buen Gobierno
A la Sexta Nacional e Internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
A los Medios Libres, Alternativos, Autónomos o como se llamen
A las y los Defensores de los Derechos Humanos Nacional e Internacional
A la Prensa Nacional e Internacional
Y a la opinión pública.
Hermanas y hermanos:
En este año que se cumplen 20 años de impunidad de la Masacre de Acteal, estamos viendo cómo en nuestro país la violencia está más desatada que nunca. Ya las masacres, el descubrimiento de fosas clandestinas, las amenazas cumplidas, las mentiras del gobierno y la impunidad son el pan de cada día. A cada rato se asesina a mujeres, hombres, a niñas y niños.
Si eres una mujer, si eres un hombre que critica y dice la verdad de las políticas sucias y de los crímenes que cometen los malos gobiernos y el crimen organizado, es muy probable que te desaparezcan, te asesinen o te masacren en pleno luz del día, como es el caso reciente del asesinato del escritor y periodista del diario La Jornada, Javier Valdez, asesinado a plena luz del día, en Culiacán, Sinaloa, el pasado 15 de mayo.
A pesar de tanto dolor, tanta violencia, impunidad e injusticias en nuestro querido México, nuestra memoria, nuestros corazones y nuestra Organización siguen trabajando para la Justicia verdadera, la Esperanza y la Memoria, y la Paz con Justicia y Dignidad. Como dijo el periodista Javier Valdés antes de morir asesinado, no podemos callar ante este infierno aunque nos amenacen. Tenemos que seguir denunciando este infierno en que han convertido a México Enrique Peña Nieto y los ricos y poderosos del sistema capitalista neoliberal.
A lo largo de estos 20 años nunca hemos dejado ni un mes de denunciar la Masacre de Acteal ni de exigir justicia contra los autores intelectuales y materiales, pero las cosas en lugar de mejorar han empeorado porque el Estado mexicano no ha tenido la voluntad política de que en Chiapas y en cualquier otro lugar de México se vive en paz y con justicia y dignidad.
Esta guerra de exterminio o la guerra de contrainsurgencia que el Estado mexicano echó a andar desde 1995 y que culminó con la masacre de Acteal en el año de 1997, se ha extendido a todo el país y ahora se ha reactivado en el mismo municipio de Chenalhó, porque el gobierno que nunca desarmó a los paramilitares ahora los está impulsando a actuar nuevamente.
Esto lo que estamos denunciando, no es un cuento o una historia pasada, sino, está sucediendo en estos días. Ya en cualquier comunidad de Chenalhó con presencia de partidistas del PRI y del PVEM, andan portando y disparando sus armas, sembrando miedo e inseguridad en la población. Todo esto lo hacen en total impunidad, protegidos por el podrido sistema de justicia mexicano, avalado por la Suprema Corte de ricos y criminales y, por los gobiernos y políticos corruptos y criminales de los tres niveles de gobierno, desde el municipal de Chenalhó, hasta el federal de Enrique Peña Nieto, pasando por el estatal de Manuel Velasco Coello.
En nuestro estado de Chiapas estamos viendo cómo el mal gobierno deja morir lentamente a las enfermeras del hospital de la mujer “Dr. Rafael Pascasio Gamboa”, ubicado en la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez, que han tenido el valor de poner en peligro sus vidas para protestar por la situación en los hospitales de Chiapas. Pero mientras en los hospitales no hay dinero ni para comprar aspirinas, el mal gobierno de Velasco Coello, se gasta millones de pesos en publicidad, en programas asistenciales para dividir a las comunidades y comprar conciencias y hasta en financiar la compra de armas para los paramilitares. No hay dinero para la vida y la salud pero sí lo hay para la muerte y las mentiras. Estas son las estrategias de contrainsurgencia, igual a cómo lo hacían sus antecesores. Contra nosotras y nosotros los hombres y mujeres dignas, la guerra de exterminio sigue, ya sea con balas de plomo o «balas de azúcar».
Por eso les decimos a nuestros hermanos y hermanas que todavía se dejan engañar que abran sus ojos, que despierten, reaccionen y que hagan conciencia.
Ante toda esta situación, que vivimos los pueblos originarios y campesinos, exigimos a los gobiernos que respeten nuestros derechos y libertades como individuos de cada sociedad y organismos: Exigimos justicia a todo/as los periodistas que son asesinadas solo por hacer su trabajo como se debe y así mismo exigimos la justicia para todo/as lo/as que fueron asesinado/as por defender la vida, para los 45 masacrados de Acteal y los 4 no nacidos, así como para los 43 estudiantes de Ayotzinapa y todos los miles que han sido y son víctimas de la violencia criminal que promueve el mal gobierno.
Ahora, en estos tiempos más que nunca, estar firmes nuestro corazón, con nuestra organización llenarnos de fe, de esperanzas y de paz, así pues los invitamos a todos ,hermanas y hermanos, de otras organizaciones y colectivos, a unir fuerzas, a seguir luchando juntos y juntas contra este sistema de muerte, a defender nuestro derecho a la vida , para que tengamos más claro que sólo nosotros como pueblo organizado tenemos que apagar ese infierno de Manuel Velasco, de Peña Nieto y de los ricos y poderosos capitalistas neoliberales.
Como organización de Las Abejas de Acteal, seguiremos trabajando con el corazón firme y con nuestra experiencia de lucha pacífica y No – violenta de casi 25 años en contra de las injusticias y la explotación del mal gobierno de priistas, panistas, verde ecologistas, perredistas y demás partidistas. Y nunca jamás retroceder, ni rendirse a manos de esos grandes de hidra capitalistas, como siempre nuestro lema es “el pueblo unido jamás será vencido”, porque somos ese pueblo que nuestra misión es buscar la paz la tranquilidad y el buen vivir, el “lekil kuxlejal” del pueblo.
¡No más asesinatos contra las y los periodistas!
¡No a la impunidad!
¡No a la violencia!
¡No más masacres!
¡No a los grupos armados!
¡Si a la vida!
¡Si a la paz con justicia y dignidad!
¡Si a la unidad del pueblo!
Desde Acteal, Casa de la Memoria y la Esperanza.
Atentamente
La Voz de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.
Por la Mesa Directiva:
Vicente Jiménez Sántiz Antonio Ramírez López
Sebastián Pérez Pérez Javier Ruiz Hernández