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Falta de medicamentos en #Chiapas lleva a #Huelga de hambre.

Huelga Enfermeras Tuxtla
Por: Mariana Morales.

En esta calle de la 9 sur donde por años ha sido la entrada al Hospital Regional Pascasio Gamboa ahora conocido como “El de la Mujer”, está rodeada de hombres mujeres indígenas y mestizos que sentados en las banquetas esperan conocer sobre la salud de sus pacientes. Algunos ya los medicaron, otros sólo esperan que los atiendan.

Hace más de cinco meses un grupo de trabajadores decidió que la falta de medicamentos y la ausencia de pagos de fondos de viviendas tenían que dejar de ser un asunto interno que se había visibilizado durante el 2013. Lo que sucedía dentro del hospital debía pasar la puerta, saltar su sindicato, salir a la calle, plantarse en una carpa, difundir, impugnar, cerrar la calle para también sentarse y ser escuchados.

Aquí, bajo el sofocante calor de 33 grados no se ha detenido ninguna autoridad estatal del salud a cargo de Francisco Ortega, ni mucho menos de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos o en el mejor de los casos una ambulancia. Los transeúntes y trabajadores del mismo Hospital son quienes se paran a apalabrar la solidaridad con ese plantón que a dos meses y 12 días, este lunes se volvió una huelga de hambre por parte de 5 enfermeras, ante el despido de 14 de sus compañeros y la nula solución a sus demandas.

Hoy una de ellas, Vero, registró cifras anormales de glucosa. Nely, María de Jesús, Cielo e Isis descansan sobre una sabana color clara que amortigua la incomodidad que podría causar el pedazo de madera que les sirve como cama. Dentro de una carpa colocada desde que inició esta huelga, aquí el agua y la música -de sonido relajante- han sido indispensables.

A casi cinco horas de la capital como quien va a la zona norte de Chiapas, se ubica Huituipán un municipio donde el 92.2 por ciento de su población es pobre. Aquí vive Ramiro, un profesor comunitario que hace dos décadas llegó a este lugar donde hoy observa carencia e insalubridad. Las únicas siete Unidades Médicas de la Secretaria de Salud se encuentran semi vacías de medicamentos.

Fue en febrero cuando sus habitantes escucharon en la radio sobre la huelga de los trabajadores de salud, le dijeron al profe Ramiro y se reunieron en Asamblea. Sucedió después de las clases de primaria del profesor, entre plática y plática acordaron viajar a las Oficinas Centrales de Salud Tuxtla. El fin era solicitar las medicinas que desde hacía meses se ausentaban en dichas clínicas.

Llegaron a la capital 30 personas y aunque les cerraron las puertas, volvieron a viajar en dos ocasiones. En el último intento lograron que semanas después les fueran a dejar los medicamentos, pero no se cumplía la demanda porque tan sólo era el 60 por ciento del total que se necesita.

En Huitiupán una clínica de Salud debe atender a nueve comunidades, la niñez se enferman de diarreas y fiebres, asegura el profesor. Hasta hoy estás unidades médicas carecen de medicamentos y las personas se ha tenido que curar con remedios caseros o viajar en búsqueda de hospitales.

Ramiro a quien le queda claro tendrán que regresar a la capital para solicitar el abasto total de medicamentos y de paso visitar a las enfermeras en huelga de hambre, dice que aún existen clínicas dependientes del Seguro Social ubicadas en las comunidades Emiliano Zapata, Competencia, Morelos y en la cabecera municipal que no tienen nada de medicinas.

En el oficio que los 30 representantes de Huituip’an entregaron en las oficinas de salud y dirigido al gobernador Velasco y su Secretario de Salud Ortega el 20 de febrero, los habitantes no sólo solicitaron medicamentos para las unidades Médicas, también el equipamiento del Hospital Básico de Huituipan porque está vacio, “personal médico, paramedico, medicamentos, material de curación, báscula”.

En este municipio existe insalubridad y por eso la niñez se enferma de diarreas, la falta de medicamentos es un atentado contra la vida, afirma el profesor Ramiro. Cifras del CONEVAL, un Comité que mide la pobreza en México, señala que el 50 por ciento de las viviendas carecen de drenaje y más de la mitad de su población no tiene acceso a agua entubada.

María de Jesús, un de las 5 enfermeras, cuenta que antes de iniciar la huelga de hambre como parte del plantón, ese fue un asunto de familia. Agotada de hablar, a 24 horas de haber dejado de comer, dice que su familia la apoy’o, nunca pensaron llegar a este punto.

“Responsabilizamos al gobierno del estado, nos iremos de aquí hasta que se atienda el desabasto de medicamentos, la falta de pagos de cuotas de viviendas del FOVISSSTE y SAR. Siete de los 14 compañeros que fuimos despedidos ante esta huelga, aceptaron su reinstalación por parte de Salud, a cambio de que no se acercaran por acá, pero nos han hablado por celular, solidarizándose”.

Durante la entrevista, aquí en la 9 sur, frente al Hospital Pascacio, un nosocomio dónde aseguran los huelguistas también se carece de medicamentos, una de las transeúntes le dice a Chuzita (cómo le dicen sus amigas): Las admiro y respeto.

Y es que no nos dejaron otra opción, esto es por todos. Llora.

 

Publicado en: Pozol Colectivo

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