“Puentes de Esperanza”: Caravana de Madres Centroamericanas, transformando el coraje

En el 2010 se comenzó en Honduras con las caravanas en búsqueda de personas migrantes centroamericanas en su tránsito hacia Estados Unidos, madres que usan el coraje, la incertidumbre y el dolor, en una incesante lucha para buscar y encontrar a sus hijas e hijos en su caminar por México

«Hasta que tengamos lo que queremos, hasta que encontremos lo que buscamos».

Es una caravana para encontrar a migrantes que están vivos, sin embargo, las madres mencionaron que “en México en lugar de proteger los derechos humanos de las y los migrantes, se está enfocando en implementar la política migratoria de Estados Unidos, la frontera sur de México se ha convertido en la frontera de represión de la migración hacia los Estados Unidos”.

EU presiona para que este país contenga, retenga, encarcele, deporte a las y los migrantes que intentan cruzar el país para llegar a los EU, “lo peor es que estos mismos países que reprimen la migración son los que han generado las condiciones por las cuales hay un desplazamiento forzado y brutal en todo Centroamérica”.

En la ruta migratoria siguen siendo la mayoría hombres, pero también mujeres solas con sus hijos, y a los que llaman «niños», que son jóvenes de entre 14 y 18 años, quienes para ellas han servido al Estado como justificación para aplicar medidas crueles, supuestamente para proteger a las personas migrantes, criminalizando su tránsito.

La noche del martes 2 de diciembre, la caravana de madres centroamericanas llegó a San Cristóbal de Las Casas, a las instalaciones del CIDECI-Unitierra, para descansar después de recorrer kilómetros y kilómetros por la República mexicana en búsqueda de sus seres queridos, y en camino de vuelta hacia sus hogares. Mencionaron que para ellas es una emoción muy fuerte estar en las instalaciones del CIDECI, ya que representa la gran lucha que se ha dado en el estado, y por lo cual decidieron tenerlo como punto de su recorrido.

Para recibirlos se concentraron varias organizaciones sociales que trabajan principalmente en los temas migratorios, y personas de la sociedad civil en general, para expresar su solidaridad y exigir al estado que cumpla con los tratados y convenios internacionales que ha firmado, en la protección de los derechos humanos de las personas migrantes en su tránsito por México.

Francisco, habitante del municipio de Tenejapa encendió la vela que es símbolo de a luz, de la unión, de la fuerza, de la esperanza, de la fe y de la voluntad también; es un símbolo que acompaña al colectivo «Junax Kotantik» (un solo corazón entretejido), quienes se organizaron para recibir a la caravana.

Una madre dijo estar muy agradecid@s por el recibimiento, de la forma y el cómo han sido cobijados por muchas personas solidarias a lo largo de su viaje y de igual manera en San Cristóbal, pero añadió: «No se sientan solas, aquí estamos nosotros». «Continúen, sigan adelante, nuestro dolor es fuerte. Todos sentimos igual, todos sufrimos igual; seguir en la lucha continua, férrrea», exclamó otro familiar.

El miércoles 3 de diciembre, nos concentramos en la plaza catedral, y en voz de “ no queremos únicamente que nos escuchen, queremos acciones, queremos que el mundo sepa que este país esta masacrando a nuestros hijos”, las madres centroamericanas relataron lo que han podido percibir y vivir en carne propia lo que tienen que pasar las personas migrantes en su tránsito

¡Donde están, donde están, nuestr@s hij@s donde están!

“Estoy buscando a mi hijo” palabras de madre centroamericana en la plaza catedral. “Estamos en búsqueda de nuestros hijos que salieron de nuestros hogares, no porque quisieron dejar su casa, salieron porque había y hay una expulsión obligada en los países de Centroamérica, una pobreza extrema y un deseo de reunificación familiar, “nuestra gente se ve obligada a salir”.

Mencionaron por todo lo que han tenido que pasar en su recorrido, reconociendo por todo lo que han pasado las personas migrantes en su tránsito y el dolor que ello causa, “en búsqueda de nuestros hijos nos vemos obligadas a buscarlos entre los vivos y los muertos, porque en la cruda realidad que se ve en México, nuestros hijos son víctimas de toda clase de brutalidades, son asesinados, secuestrados, torturados para sacar el número de teléfono y extorsionar a nuestras familias, y cuando nosotros decimos ¡vivos se los llevaron, vivos los queremos! es porque vivos que vinieron de nuestros hogares, es porque pasaron nada más por la tierra de México , este país es solo tránsito.

Para las madres “es inconcebible como nos pueden tratar a nuestros hijos, como nos ven a nuestros hijos cuando pasan por esta tierra, únicamente pasan, pero en ese paso les cuesta la vida, nuestros gobernantes únicamente ven las remesas, ven como se sostiene la economía del país por medio de las remesas que envían los que llegaron llegar a EU, pero esas remesas se pagan con sangre, es con sangre que nuestra gente paga la economía de cada país. Por eso ahora nosotros decimos ¡Se ve, se siente, las madres están presentes!, y estamos exigiendo paso libre para nuestros hijos; solo pasan pero nos lo matan, solo pasan pero nos lo secuestran, solamente pasan pero les arrancan la lengua para torturarlos, solo pasan nuestras mujeres y son víctimas de trata, y son obligadas y las meten en prostíbulos, solo pasan con los niños y nos roban a nuestro niños para ser víctimas del trafico de órganos, todo eso tenemos informe nosotras las mamás, ante todo eso decimos ahora que estamos presentes, porque se ve y se siente que las madres estamos presentes, exigiendo justicia, exigiendo verdad, exigiendo ese paso libre.

No queremos únicamente que nos escuchen, queremos acciones, queremos que el mundo sepa que este país esta masacrando a nuestros hijos”

¡Madres unidas jamás serán vencidas¡

¡Madres calladas, jamás serán escuchadas!

¡Hij@ escucha, tu madre esta en la lucha!

¡vivo se vinieron, vivos los queremos!

¡ 1, 2 y 3, las madres otra vez!

¡Dónde están, nuestr@s hij@s donde están!

¡Madres centroamericanas, una sola voz!